Lenguaje a utilizar en comunicaciones de emergencia
Hasta ahora se han reforzado los conceptos de Canal, Emisor y Receptor, pero no el concepto de lenguaje. En este tema revisaremos los lenguajes adecuados para establecer una comunicación, tanto en régimen cotidiano como en emergencia, desde una mirada del equipamiento de contingencia (VHF y HF).
El lenguaje busca permitir establecer una comunicación nítida (minimizar los errores introducidos por el medio o canal), que no deje espacio a interpretaciones que podrían modificar el sentido del mensaje y que entregue la mayor seguridad a la información transmitida. En dicha línea, la existencia tanto de un buen equipamiento emisor como del equipamiento receptor no asegura una adecuada comunicación, a veces inconvenientes que presenta el medio o canal pueden hacer necesario el contar con un lenguaje robusto que contrarreste los inconvenientes del medio. Los radioaficionados han desarrollado lenguajes que favorecen una adecuada comprensión del mensaje, destacando dos muy masificados:
Código Q
Este lenguaje facilita las comunicaciones, especialmente en las del tipo HF ya que por el ruido que introduce la ionósfera no ve facilitada la transmisión de mensajes muy largos. El uso del código Q permite transmitir mensajes largos de uso cotidiano en radiocomunicaciones, pero de manera codificada. Sus principales ventajas son:
- Rapidez en la transmisión de mensajes.
- Idioma neutral.
- Mínima probabilidad de interferencia.
Código Fonético:
Este lenguaje también facilita las comunicaciones, especialmente las del tipo HF (nuevamente por el ruido introducido por la ionósfera). Su uso permite transmitir mensajes cortos de difícil comprensión en radiocomunicaciones. Sus principales ventajas son:
- Transmisiones de mensajes más claros.
- Idioma neutral.
- Mejora la razón “canal a ruido”.
Si el canal o medio es confiable basta con el lenguaje cotidiano para transmitir el mensaje, pero si el medio no lo permite, tanto el código Q como el fonético se complementan perfectamente. Vale la pena señalar que si no existe certeza del uso de los lenguajes en cuestión se recomienda usar el lenguaje cotidiano, teniendo la precaución de ser claro y conciso al momento de transmitir el mensaje.