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Discriminación como fenómeno cultural

En cuanto al principio de igualdad y no discriminación, es importante considerar que las discriminaciones son un fenómeno que se da en la cultura a partir de la normalización de juicios y situaciones que no se cuestionan, más allá de las normas del derecho internacional que la prohíben y que establecen obligaciones de tomar medidas especiales para proteger a los grupos discriminados.

Ello ocurre porque, a partir de la educación de la familia y la escuela, nuestras propias experiencias y la información que recibimos a diario, las personas generalizamos juicios sobre ciertos grupos, atribuyéndoles características que no necesariamente son predicables del grupo en su conjunto.

A partir de estas generalizaciones, que se transforman en prejuicios en relación a todo/as quienes integran el grupo, es que se generan políticas públicas o actos discriminatorios, basados en dichos prejuicios. Es por ello que resulta clave poder desnaturalizar las discriminaciones, cuestionando los juicios que hay detrás de las decisiones discriminatorias, descubriendo así otras formas de resolver las situaciones o de plantear las políticas públicas.

La educación en derechos humanos, y el cumplimiento de los objetivos del derecho a la educación, resulta clave en ese proceso de desnaturalización.