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Modelo de Kirkpatrick.

Este modelo de evaluación nació a finales de la década del ´70. Su estructura de evaluación se organiza en base a cuatro niveles:

Como pudimos observar, Kirkpatrick sitúa la evaluación del impacto y la rentabilidad en los niveles cuarto y quinto de su modelo, adoptando un enfoque más bien cualitativo.

Al respecto, su creador sostiene que es una visión reduccionista considerar a la rentabilidad como el fin último de todos los procesos evaluativos. En ese sentido, no se debe forzar el proceso de formación a entregar datos que no son del todo relevantes.

El impacto de la formación debe apostar por una visión que valore tanto los aspectos cuantitativos como los cualitativos de los resultados. Entre las pautas sugeridas para este modelo de evaluación se rescatan:

  • La elección del momento de evaluación.
  • El uso de un grupo control como referente.
  • La verificación del costo-beneficio de la formación.